jueves, 1 de julio de 2010

I. Marco teórico

En el problema planteado que da origen a este estudio, se trata de conocer cómo un sistema de transporte puede llegar a determinar la vida de un pueblo, de este enunciado podemos extraer tres ideas que se relacionan directamente. Primero, la comuna de Colina, segundo, la teoría centro periferia que es la relación que condiciona a la comuna debido a su ubicación geográfica y tercero, el monopolio como tal.

Entonces, para entender el problema, partiremos definiendo y caracterizando cada una de estas ideas para esclarecer su condición actual y que por ende, dejan como consecuencia el problema ya mencionado.

Primero, partiremos por caracterizar la comuna de Colina, que es el escenario en el que se encuentra el problema a tratar. La Comuna de Colina, se ubica en la provincia de Chacabuco al N.O. de la cuenca del Maipo a una distancia de 28 Km en relación a la comuna de Santiago, constituye la capital de la Provincia y tiene una superficie de 985 Km2. Su área alcanza el 47,5% del total provincial y el 6,41% del total de la superficie de la región. Sus límites naturales son: “al Norte los cerros de Chacabuco, al sur los cerros de Conchalí que la separan de la sub cuenca del rio Mapocho y más al poniente el eje de la carretera Longitudinal Norte como límite natural de la comuna de Lampa, y al Este limita con la cordillera del Los Andes” (www.colina.cl)



Ubicación de Colina en la región Metropolitana (Fuente:www.wikipeia.org)


Caracterizado el escenario del problema, ahora nos toca esclarecer la relación centro-periferia, que tiene la comuna en función a la capital, la ciudad de Santiago.

Los 28 Km. que separan a Colina de Santiago es razón para que se considere un poco alejada de la capital, además, el hecho de ser una comuna eminentemente rural en sus inicios, dio paso para que de ésta se extrajeran los recursos agrícolas que abastecían a la población santiaguina, sin embargo esta última década la comuna ha vivido una explosión demográfica considerable, la población ha aumentado y con ello se han ido construyendo nuevas viviendas proceso que conllevado a la urbanización de la comuna. Es por eso que en la actualidad se le caracteriza como semi-urbana, pero esto no quiere decir que haya dejado de estar bajo el alero de la ciudad de Santiago, la población residente en Colina sigue buscando los principales servicios tales como educación superior, salud y trabajo en la capital, dándose así la relación centro-periferia de la que hablamos.

La teoría centro-periferia establece una estructura jerárquica de los países y/o regiones, definiendo las diferencias que apartan a la periferia del centro. “El concepto de periferialización o proceso que reduce a la periferia implica que estas zonas nuevas no se incorporen a la economía mundo en calidad de socios de pleno derecho, sino que se incorporaron en condiciones desfavorables”. (Taylor, 1994. p. 17) Por lo mismo, se convierten en centrales aquellas zonas en las que predominan los procesos de centro “que consisten en relaciones que combinan salarios relativamente altos, tecnología moderna y un tipo de producción diversificada; en tanto que los procesos de periferia son una combinación de salarios bajos, tecnología más rudimentaria y un tipo de producción simple” (Ibíd.)

Algunos de los criterios que se utilizan para determinar una condición centro-periferia son los siguientes: en la categoría del desarrollo económico se encuentran; población; cultura, innovación y formación; bienestar y cohesión social; actividades económicas; relaciones y flujos. Como condicionantes territoriales encontramos la situación; lejanía; aislamiento; fragmentación y recursos. (Trujillano, 2005, p.32)

Entonces tomando en cuenta los criterios anteriores podemos darnos cuenta que la relación centro-periferia ha estado presente desde siempre, los centros siempre han dependido de sus aledaños para subsistir, ejemplo, la civilización romana, Roma como tal, dependía de todas sus colonias para sobrevivir, se trataba de una ciudad administrativa, e incluso algunos autores la han llamado una ciudad parásita, por la manera que extraía de cada una de sus colonias los recursos necesarios para desarrollarse como tal. A medida que fueron pasando los años, el fenómeno se fue expandiendo, permaneció con la misma dinámica, como sucedió durante la expansión imperialista de Europa hacia los nuevos territorios descubiertos. Se trata de un fenómeno estructural que ha permanecido por siglos y seguirá de la misma forma por muchos años más, pues en la actualidad la situación es la misma, en nuestro diario vivir, vemos como las capitales de los países en vías de desarrollo son los puntos neurálgicos, principales polos de atracción de población por los servicios que imparte, dependiendo de la producción de alimento de los sectores periféricos. A la vez, estos países en vías de desarrollo se han convertido en periferia de las grandes potencias mundiales, pues se han convertido en los países exportadores de materias primas y manufacturas, para después terminar importando el bien final. Una dinámica que es parte del sistema capitalista en el que nos encontramos.

Es por eso que “la relación centro-periferia viene dado por un sistema colonial en el que los recursos (trabajo, capital, materias primas y bienes intermedios) fluyen de la periferia al centro, y en el que la tasa y la pauta de desarrollo de la periferia están controladas por el centro con el fin de lograr sus objetivos económicos, políticos y sociales”. (Peña, www.eumed.net)

Esta misma situación centro-periferia ha hecho que gran parte de la población termine desempeñándose dentro de la comuna ya que viajar, en este caso a Santiago, resulta ser un viaje largo y tedioso.

Como se dijo anteriormente, la comuna era hasta hace un tiempo atrás, eminentemente rural, en donde los trabajadores se desenvolvían principalmente en trabajos relacionados con la agricultura, la población no se preocupaba en ir a buscar trabajo a la capital a ella solo acudían a conseguir los servicios que la comuna no proporcionaba, pero a medida que ha fue llegando nueva población el flujo de personas que viajaba diariamente de Colina a Santiago, aumentó considerablemente.

Todo esto ha girado en la relación de que “todos los seres humanos forman parte ante todo de una unidad doméstica, que está sujeta a las leyes de cierto Estado, tiene afinidades culturales con un pueblo determinado y está ubicado, desde un punto de vista económico, en una clase concreta” (Taylor, 1994, p.24) esto, evidencia, que somos parte de un sistema al cual le conviene que se den estas dinámicas espaciales y sociales, porque así lo sustentan y lo hacen crecer cada día más.

Como tercer factor involucrado, mencionamos que era el monopolio. El monopolio “es aquel mercado en el que existe un solo oferente que tiene plena capacidad para determinar el precio” (Alonso, Mochón, 1994 p. 123) no existiendo otro que produzca un sustituto cercano. En un sistema monopólico el empresario desempeña un papel determinante en cuanto a la fijación del precio del producto o servicio, éste queda a libre albedrío para hacer y decidir.

Entre las causas que explican la aparición de un monopolio podemos encontrar el control exclusivo de algún producto o servicio X por parte de una empresa, por otra parte, el conceder una patente a un individuo o empresa también es causa de la creación de un monopolio, porque el tener una patente significa tener la exclusivaza para fabricar algo, entre otras. Además está el monopolio natural que “es aquella empresa cuyo costo medio por unidad de producción disminuye acusadamente en toda la gama de producción, de forma que una única empresa puede ofrecer la producción de la industria más eficientemente que muchas empresas” (Ob. Cit. p. 125), es decir, que una única empresa produce un determinado producto y lo vende a un coste más barato que si hubiera otras empresas compitiendo por vender lo mismo, no necesita de una competencia para tener los productos a bajo precio.

Los monopolios en sí no están permitidos, sin embargo los gobiernos establecen políticas que regulan los monopolios, para mantener la competencia y proteger a los consumidores de alzas sin razón, es por eso que entre esas políticas reguladoras se encuentran el de dividir el monopolio en varias empresas, impedir el establecimiento de nuevos monopolios y/o “dejar que funcione con una regulación mínima y establecer impuestos, obligar a los monopolios a fijar un precio que elimine los beneficios extras, además de obligarlos a fijar un precio que sitúe a la empresa en una posición similar a la de competencia perfecta” (Ibíd.).

En Chile el sistema de monopolio en relación a las leyes decretadas está prohibido, la primera ley Antimonopolio estuvo contenida “en el título V de la Ley N° 13.305 el 6 de abril de 1959 intitulado ‘normas para fomentar la libre competencia industrial y comercial’” (Ortúzar, www.iadb.org) esta ley, en pocas palabras eliminó toda forma de monopolio salvo algunas excepciones, a las que se las reguló arduamente, además si sancionó el delito que es tener un monopolio ya que se considera un atentado a la libre competencia.

Esta ley estuvo vigente hasta 1973, año en que se hace declaración del decreto Ley Nº 211 de 1973. Este decreto al igual que el anterior de 1956 tiene por finalidad penalizar y prohibir los monopolios, sin embargo muestra algunas particularidades. En dicho decreto, los tres primeros artículos hacen alusión al delito que significa tener un monopolio, como lo que señala el art. 1 “El que ejecute o celebre, individual o colectivamente, cualquier hecho, acto o convención que tienda a impedir la libre competencia dentro del país en las actividades económicas, tanto en las de carácter interno como en las relativas al comercio exterior, será penado con presidio menor en cualquiera de sus grados. Cuando el delito incida en artículos o servicios esenciales, tales como los correspondientes a alimentación, vestuario, vivienda, medicina o salud, la pena se aumentará en un grado” (Fiscalía Nacional Económica, p. 1) Por su parte el artículo 4 alude a la prohibición de otorgar un monopolio a un particular, sin embargo también en este mismo artículo se justifica la presencia de estos organismos “sólo por ley podrá reservarse a instituciones fiscales, semifiscales, públicas, de administración autónoma o municipales el monopolio de determinadas actividades extractivas, industriales, comerciales o de servicios” (Ob. Cit. p. 2), más adelante en el mismo art. 4 se señala “no obstante y siempre que el interés nacional lo exija, se podrá autorizar por decreto supremo fundado y previo informe favorable de la Comisión Resolutiva que se establece en la presente ley, la celebración o el mantenimiento de aquellos actos o contratos que, referidos en los artículos precedentes, sean sin embargo necesarios para la estabilidad o desarrollo de las inversiones nacionales o se trate de actos o contratos en que sea parte alguna de las instituciones señaladas en los incisos primero y segundo del artículo 16º de la Ley Nº 10.336.” (Ibíd.), es decir, que todo monopolio que vaya en beneficio de la actividad productiva del país será aceptado, aplicándole las medidas de regulación correspondientes.

Esta regulación aparece en el art. 6 del Decreto Ley 211, señalando que “para la prevención, investigación, corrección y represión de los atentados a la libre competencia o de los abusos en que incurra quien ocupe una situación monopólica, aun cuando no fueren constitutivos de delito, habrá los siguientes Organismos y Servicio: Las Comisiones Preventivas Regionales; la Comisión Preventiva Central; la Comisión Resolutiva; la Fiscalía Nacional Económica” (Ob. Cit. p.3) Cada una de estas comisiones tendrá representantes exclusivos de todos los organismos del gobierno y de las juntas vecinales cuando se enfoca a un ámbito más local como lo son las Comisiones Preventivas Regionales, y entre sus atribuciones encontramos en el art. 8 del Titulo II. “velar porque dentro de su respectiva jurisdicción se mantenga el juego de la libre competencia y no se cometan abusos de una situación monopólica, pudiendo conocer, de oficio o a petición de cualquiera persona, de toda situación que pudiera alterar dicho libre juego o constituir esos abusos, y proponer los medios para corregirla” (Ibíd.) además de “requerir de la Fiscalía la investigación de los actos contrarios a la libre competencia o que pudieren constituir abusos de una situación monopólica” (Ibíd.).

Sin embargo, en la realidad, hay evidencia de que esta regulación de todas formas tiene sus falencias, el hecho de que existan monopolios legales lo esclarece, pues “existe un conjunto de monopolios legales que tienen un origen que hoy no se justifica, ya que no se condice con la competencia e iniciativa individual que prima en la mayor parte de las actividades del país”, (Paredes, 2007) como notarías, prácticas de puerto, conservador de bienes raíces, remates judiciales, etc.

Finalizando, el monopolio es un sistema que está presente, y será penalizado siempre y cuando el agente que ha generado el monopolio impida, elimine o entorpezca la libre competencia, pues no es su culpa, si nadie más ofrece un servicio igual, él no impide que se establezca.

Se puede decir que en esta categoría entra el monopolio de transporte que afecta a la comuna de Colina, pues Buses Colina, no impide que se coloque otra flota a realizar el mismo servicio, pero la realidad es que no hay otro ente que realice el mismo rol, por tanto, los habitantes de Colina deberán seguir aceptando el monopolio de transporte en buses, hasta que aparezca otro organismo de igual categoría, o sino, simplemente debe optar por pagar más caro y venirse en colectivo, ahí está la prueba de que la empresa de transporte Buses Colina, no impide que otro organismo ejecute el mismo servicio, hay libre competencia, y por ende no es penalizado.

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